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Ejido Urbano

El Ejido Urbano del Partido de Luján

El ejido urbano local muestra un desarrollo que combina expansión y baja altura de la edificación, propia de pueblos de la provincia de Buenos Aires, con elementos propios de la presión inmobiliaria que ejerce el proceso de conurbanización de los alrededores de la metrópolis porteña. Inserto en tal configuración espacial, experimenta numerosos problemas de infraestructura vinculados a la falta de planificación, el desbalanceo entre la velocidad de crecimiento y el desarrollo de infraestructura de servicios públicos, y el acelerado deterioro de una infraestructura comunitaria subdimensionada.

A los fines de su descripción, el ejido urbano del Partido de Luján puede distinguirse por dos características: la ciudad y las localidades.

La Ciudad de Luján

La ciudad de Luján se organiza principalmente en torno a su centro administrativo-comercial (fuxia), el que se fusiona con el casco histórico-religioso. Tal fusión es el resultado de los procesos de territorialización que se describen en la configuración temporal; principalmente asociados a un desarrollo jurídico-administrativo articulado en torno a la imagen religiosa que, a partir de principios del siglo XX, distingue dos áreas: una local y otra dedicada a los peregrinos hoy considerados turistas.

Alrededor de dicho centro turístico-administrativo, que completa unas 120 hectáreas, la ciudad describe una primera expansión (celeste) y dos cordones: uno de tipo residencial con nivel socioeconómico medio. La primera expansión comprende el antiguo barrio de quintas donde se alojaron los inmigrantes y sus descendencias entre fines del siglo XIX y el siglo XX, colmando el área entre el centro, la estación de trenes y el hospital. Este barrio, hoy conocido como parte del centro, está prácticamente todo edificado con viviendas familiares y multifamiliares, habitadas por población de nivel socioeconómico medio-alto, en su mayoría profesionales. El centro, entendido como la combinación de estas dos zonas, se basa en la primera planificación de la ciudad, contando hoy con todas sus calles asfaltadas, y cuenta con total cobertura de servicios públicos. Como correlato, esta zona presenta la mayor densidad poblacional del partido, por lo que la congestión del tránsito y los costos inmobiliarios son notoriamente mayores a los barrios.

El primer cordón (verde claro) resulta de las primeras barriadas que se desarrollaron en torno a la industrialización de la primera mitad del siglo XX, las cuales ya se consolidaron con población de clase media, principalmente trabajadores con nivel socioeconómico medio. Esta zona es principalmente residencial aunque cuenta con importante actividad comercial y la instalación de algunas pequeñas y medianas industrias (pocas de ellas remanentes de la antigua industrialización).

El segundo cordón (violeta) corresponde al poblamiento de las últimas décadas, especialmente desde fines de los 80s hasta la actualidad, a partir de la inmigración nacional y de países limítrofes. Conformado con población de nivel socioeconómico bajo, este cordón cuenta con limitaciones importantes en servicios públicos, lo que resulta en detrimento de la calidad de vida e importantes diferencias en los valores inmobiliarios. Estas condiciones se consolidan en un contexto donde los procesos de urbanización no son acompañados con el despliegue de servicios públicos especificado en la normativa, generando espacios con ausencia del Estado que refuerzan la marginalidad. Esta zona, que contorna al segundo cordón, muestra un mayor desarrollo hacia el este, resultado de los sucesivos loteos habilitados por el gobierno municipal.

La planificación actual (no formalizada al 2017) propone una expansión (amarillo) de la ciudad en “espejo” sobre la margen oeste del río Luján, hasta la Autopista y llegando a la localidad de Pueblo Nuevo. Las áreas complementarias de esta zona (según normativa) permitirán el loteo y edificación para viviendas en zonas hasta ahora dedicadas principalmente al agro, reduciendo la presión sobre la ciudad pero manteniendo el área de contención de la mancha urbana que avanza desde el este (desde el Partido de Rodríguez).

Los barrios satélites de la ciudad, Hostería (celeste), Valle Verde (celeste) y Los Laureles (violeta), se mantienen así por las restricciones impuestas por la normativa; pero la presión inmobiliaria sobre estos lotes crece con la demanda de suelo.

Finalmente, los barrios cerrados (rojo) se distribuyen principalmente en la zona norte de la ciudad, expandiendo la ciudad hacia las proximidades de la autopista por el oeste y hacia el norte, donde la autopista 6 contornea la ciudad de Open Door para continuar hacia la autopista 8, a la altura de Pilar. Como puede verse en la siguiente sección, los barrios cerrados se distribuyen también en otras zonas del Partido.

Las Localidades

Las localidades del Partido de Luján se crearon como resultante del despliegue del ferrocarril, principalmente en su centro y norte, pero sus posteriores desarrollos están vinculado a otros factores que les permitieron sobrevivir al desguace de ferrocarriles de los años 90s. La localidad de Jauregui, enclave industrial histórico, se fusiona hoy con Pueblo Nuevo, alargando un conglomerado que culmina en Cortínez, circumbalando la ciudad cabecera, separado de esta por una zona históricamente agropecuaria pero que actualmente forma parte de la zona de crecimiento planificado para la ciudad.

Por su parte, Open Door y Torres son localidades satélites desarrolladas en torno a los neuropsiquiátricos allí instalados. Pero mientras Torres muestra un desarrollo acotado, Open Door ha crecido notablemente en los últimos años con actividades económicas orientadas a los barrios cerrados y a la ganadería equina (dedicada principalmente al Polo), y con una periferia propia (hacia el este), donde se desarrollan múltiples emprendimientos hortícolas.

Otro caso diferente es Carlos Keen, que durante los años 90s se lo nombraba irónicamente como el “pueblo del crecimiento”, signado a desaparecer como muchos otros de la Provincia de Buenos Aires; el cual recobro vitalidad a partir del desarrollo turístico. Hoy es un importante destino de turismo rural, de escapadas, en las proximidades de la capital nacional; lo que le da una impronta muy tranquila durante la semana pero con mucha actividad los fines de semana (especialmente cuando las condiciones meteorológicas acompañan).

Olivera no cuenta con actividades distintivas y, a pesar de su origen asociado a una estación de tren, a diferencia de San Eladio y Sucre (estaciones de tren que no resultaron en pueblos), sobrevivió por su cercanía al río y a la ruta nacional 5 (hoy autopista). A su vez, su relativa lejanía de las ciudades de Luján y Mercedes (cabecera del partido vecino), le brinda cierta autonomía pero sin alcanzar un crecimiento autónomo.

Bibliografía

Fuente/Bibliografía

Año Descripción Enlace (link)
1 Brittany Bates username
2 Nicholas Sanchez username
3 Debra Shaw username